
III Cumbre global sobre desinformación 2023: Lecciones imperdibles de alfabetización mediática
La desinformación constituye un contrasentido para la disciplina de la comunicación, independientemente del área de especialización disciplinar. Por eso, los profesionales de este campo están deontológicamente comprometidos a combatirla.
Los días 27 y 28 de septiembre tuve la gran satisfacción profesional de unirme a la III Cumbre Global sobre Desinformación 2023 que organiza la Sociedad Interamericana de Prensa, la Fundación para el Periodismo (Bolivia) y el Proyecto Desconfía (Argentina). El evento contó con el apoyo de Google News Initiative, International Fact-Checking Network, la Embajada de Estados Unidos en Argentina, la Embajada de Alemania en Bolivia, Naciones Unidas Argentina, BancoSol de Bolivia y el Centro Kimberly Green para América Latina y el Caribe (LACC) de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Participé en esta Cumbre porque la desinformación es uno de los temas sobre los que tengo, como periodista, más interés profesional. Por tanto, me siento profundamente comprometida con la alfabetización mediática y he comenzado a realizar colaboraciones en esta materia con instituciones de diferentes partes del mundo. En ese sentido, me dio mucha satisfacción (y esperanza) conocer a profundidad los trabajos para combatir la desinformación que vienen realizando instituciones como: International Center for Journalists (ICFJ), Medianálisis, Bolivia Verifica, Asociación Nacional de Prensa de Chile, Fundación GABO, DW Akademie, Infoveritas, Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI), Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) y Naciones Unidas Bolivia.
Cada una de estas entidades, y las organizaciones que las apoyan, representan un contrapeso significativo para combatir un problema social del que todos somos corresponsables. Constituye un contrasentido que nuestra sociedad, cuanto más acceso a la información tiene, esté peor informada por la manipulación de la información que, con diferentes propósitos, a veces se gesta.
A continuación, algunas de las ideas que deseo destacar de la Cumbre:
- Hay importantes investigaciones en curso que buscan poner en evidencia quiénes impulsan y quiénes financian las campañas de desinformación en la región. Tres de estas investigaciones se llevan a cabo en el denominado “poderoso programa” del International Center for Journalists (ICFJ), “Disarming Disinformation”.
- La desinformación en procesos electorales (se citó como uno de los ejemplos el caso de Brasil) está siendo rigurosamente abordado. Al respecto habló Silvio Waisbord, doctor en Sociología por la Universidad de California y profesor de Periodismo y Comunicación Política de la Escuela de Medios y Asuntos Públicos en George Washington University. Asimismo, se unieron a esta discusión, Daniel Dessein (ADEPA) y Sérgio Lüdtke (Projeto Comprova), quienes enfatizaron el rol que tienen los medios para proveer información confiable a la sociedad.
- Garantizar la calidad de las noticias pasa por la definición de indicadores de calidad y el desarrollo de herramientas que lo permitan. En eso trabajan, por ejemplo, DFRLab, Trusting News, La Nación y otras instituciones alrededor del mundo que están desarrollando herramientas e implementando estrategias con ese objetivo.
- La alfabetización mediática, sobre todo a los sectores más vulnerables a la desinformación, debe ser una prioridad. Quiero decir que en esta tarea tienen responsabilidad los sistemas educativos porque entrenar a nuestros niños y jóvenes sobre cómo operan las lógicas de la desinformación es impostergable si queremos ciudadanos globales conscientes y críticos.
- Hay proyectos relevantes en materia de alfabetización mediática que constituyen buenas prácticas. Dentro de estas, podemos citar: Europa Press (automatización del monitoreo de desinformación con IA); Google News Initiative, Content Authenticity Initiative y Full Fact (herramientas de IA para combatir la desinformación); proyectos innovadores de fact-checking desarrollados en Francia, Suiza, Ucrania, Argentina, Venezuela y otros países; el proyecto “Mercenarios Digitales” del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP); la iniciativa “Spread the facts” del International Fact-Checking Network (IFCN).
Concluyo reiterando la importancia de la alfabetización mediática y el aporte que cada persona puede realizar, comenzando por ser un consumidor de medios responsable hasta la denuncia activa de las prácticas pseudoperiodísticas, y las demás formas de desinformación que se promueven en la actualidad.